Desde el ataque de Netanyahu a una embajada de Irán, los tambores de guerra no pararon de sonar desde la nación islámica, la cual juró que más temprano que tarde hará pagar a Netanyahu por atreverse a atacar un espacio diplomático de iraní, ocasionando días de tensión a Netanyahu, días en los cuales la tensión en oriente medio se podía cortar con una navaja.
Las palabras de Irán no serían en vano, pues poco a poco saltaron cada vez más ataques dirigidos hacia el ejército de Netanyahu, ocasionando una lluvia de fuego sobre él en lo que parece ser el principio de una escalada mucho mayor en la región, situación que EEUU ya ha confirmado y que se le ha salido completamente de las manos y que Rusia ha manifestado apoyo hacia Irán.
Irán ha cumplido a sus aliados y a las naciones occidentales un muy crudo mensaje, que no quepa dudas de que Teheran tomará represalias siempre que haya un ataque contra Irán, especialmente si este proviene desde las órdenes de Netanyahu, lo cual ha incrementado la ya insostenible crisis en medio oriente, crisis que en algún momento iba a estallar.
La tensión antes del ataque ya era palpable, el presidente Joe Biden dijo en la casa blanca, con preocupación, que esperaba el ataque iraní contra Netanyahu «más pronto que tarde», y que su consejo a Teherán era «no lo hagan» advirtiendo que: «Estamos dedicados a la defensa de Israel y Irán no tendrá éxito”. Intentando controlar una situación que claramente estaba fuera de las manos de la casa blanca.
El ataque aéreo del 1 de abril en el complejo diplomático de Irán en Siria, que Israel no ha reclamado públicamente, fue el comienzo que elevó dramáticamente las tensiones con Netanyahu e Irán, amenazando con convertir una larga guerra encubierta entre los enemigos regionales en un enfrentamiento abierto y directo.
El líder de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, quien había jurado dos veces hacer que Netanyahu «se arrepienta» de quitar la vida a Mohammad Reza Zahedi, el comandante de la Fuerza Quds de Irán en Siria y Líbano, y otros seis funcionarios militares en «territorio» iraní, al final de cuentas cumplió su promesa.
Pero las llamadas diplomáticas de esta semana entre Irán y sus aliados regionales y las capitales europeas han llevado al menos a algunos funcionarios occidentales a concluir que Irán ha demostrado estar preparado para dar una respuesta para castigar a Netanyahu si este se atreve a cruzar sus líneas rojas nuevamente.
Un informante del régimen en Teherán dijo que Irán estaba buscando deliberadamente agotar a Netanyahu, tanto creando incertidumbre psicológica y obligándolo a permanecer en estado de alerta, como dando un golpe directo hacia su ejército, situación que nunca antes había ocurrido de manera directa.
A pesar de su larga historia de enemistad, Israel e Irán nunca habían intercambiado fuego usando ataques lanzados desde su propio suelo. Solo una vez antes, en 2018, las fuerzas iraníes basadas en Siria dispararon directamente contra el ejército de Netanyahu.
Irán ha estado acumulando su apoyo militar durante décadas en Líbano y durante más de una década en Siria, pero no se había desplegado completamente contra Israel. Hasta ahora, gran parte del combate se había hecho más bien de manera encubierta.
Teherán también se había abstenido cuidadosamente de enfrentamientos directos con el ejército de Netanyahu, optando por no responder a los atentados de personal y de seguridad dentro de la República Islámica en los últimos años, a los que ha culpado a la agencia de espionaje de Israel.
Analistas y funcionarios en Teherán habían advertido desde hace mucho tiempo sobre Netanyahu tratando de provocar a Irán en un enfrentamiento directo, algo que el régimen había tratado de evitar, pero que finalmente, con el ataque de la embajada, rebasó todo límite.
Israel y Estados Unidos, por su parte, aumentaron su presencia militar en la región para disuadir a Irán y sus aliados, preparándose para ataques en sitios militares en las regiones fronterizas del norte de Israel, de donde la mayor parte de la población civil fue evacuada, dijo un funcionario israelí.
Las primeras señales del ataque iraní sobre el terreno fueron que en varias ciudades cercanas a la frontera con el Líbano sonaron sirenas que advirtieron de la llegada de aviones no tripulados. La resistencia libanesa atacó diariamente el norte de Israel con cohetes, misiles y aviones no tripulados en medio de la guerra de Gaza. Estas alarmas sonaron dos veces en menos de una hora, marcando una señal de lo que venía después.
Luego, la agencia de noticias iraní Tasnim afirmó que la Armada del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica se había apoderado del portacontenedores MSC ARIES, vinculado a Israel, cerca del estrecho de Ormuz, como parte de la respuesta de Irán en retribución por su embajada.
Un vídeo difundido en primer lugar por The Associated Press mostraba a comandos asaltando en helicóptero un buque cerca de la vía de navegación clave. El buque implicado era el MSC Aries, de bandera portuguesa, un portacontenedores asociado a Zodiac Maritime, con sede en Londres. Zodiac Maritime forma parte del grupo Zodiac, del multimillonario israelí Eyal Ofer.
El MSC Aries había sido localizado por última vez el viernes frente a Dubai en dirección al estrecho de Ormuz. El buque había desactivado sus datos de seguimiento, lo que ha sido habitual en los buques afiliados a Israel que se desplazan por la región.
Para clímax de la operación, descrita como «sin precedentes»,, la Fuerza Aeroespacial del ejército iraní lanzó la operación apodada «Promesa Verdadera», la cual según propias declaraciones de la armada “se lanzó en el contexto de castigar al régimen criminal de Netanyahu».
Al menos tres lotes de aviones no tripulados y misiles de crucero fueron lanzados hacia los territorios ocupados por Israel, y otros tres lotes de misiles balísticos fueron lanzados hacia objetivos, el ejército dijo que una base aérea israelí en al-Naqab fue atacada con éxito. Añadieron que los aviones de ataque lanzados para atacar la embajada despegaron de la base aérea atacada.
Desde los medios israelíes, se ha sentido realmente el ataque, el medio llamado Yedioth Ahronoth afirmó el lunes que la respuesta nocturna de Irán al ataque que fue la venganza por el consulado en Damasco fue enfrentada por Netanyahu con una farsa estratégica.
El diario hablaba de un «fracaso estratégico sufrido por Israel”, señalando que «Israel quedó esclavizado durante dos semanas, en medio de una tensión que lo paralizó, tras llevar a cabo el ataque que cobró la vida de los altos consejeros de Irán en el consulado iraní en Siria hace dos semanas.
Apuntando al primer ministro Netanyahu, a su gobierno, además de a los altos cargos militares y de seguridad, el medio se preguntaba burlonamente: «¿Cómo se supone que van a amenazar a Teherán unos dirigentes que ya han aprobado varias veces planes para invadir Rafah, cosa que todavía no ha ocurrido?».
Ante esto, el medio consideró que la respuesta para este fracaso sería «otra clásica respuesta israelí», que es, «equivocados, nos equivocamos, cometimos un error». Asimismo, señaló que las estimaciones de inteligencia indicaban que Irán «no cambiará su forma de operar» si el ejército israelí atacara a una de sus figuras en Damasco, en suelo soberano iraní.
Los responsables israelíes «olvidaron que Israel ya no está en condiciones de amenazar, que tiene un gobierno que carece de confianza, que su ejército se ha equivocado más de una vez y no sabe cómo recuperarse de ello». Declaro el medio.
Por supuesto, es muy difícil que Netanyahu reconozca el error, y seguramente estará pensando en qué manera retaliar el ataque que bien se tenía merecido. El general de más alto rango de Israel ha dicho que el país responderá al ataque de Irán, pero sin dar detalles al respecto. Lo único que se sabe es que EEUU ha rechazado formar parte de este ataque.
En respuesta, el lunes, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Hossein Amir-Abdollahian, advirtió de que, si «Israel» persiste en la escalada de tensiones con Teherán, se encontrará con una reacción rápida e intensificada y Lavrov ya dijo que Rusia respaldaría con vehemencia el derecho de Irán a responder por el ataque a su embajada, que es suelo soberano iraní. Ahora, ya rota la tradición de ataques indirectos entre ambos ejércitos, parece que medio oriente entrará en una nueva etapa donde Israel ya no tiene la posición tan cómoda que tenía antes.